sábado, 16 de mayo de 2020

TALLERES Y COMUNIDAD: UNA HERRAMIENTA DE INCALCULABLE VALOR CULTURAL Y EDUCACIONAL



Fotos de archivo Museo Goyaud


Apuntalar la casa interior del hombre. Mirar a su espíritu. Enriquecerlo en la parte más sensible de su ser. Fortalecer aquello que el “sistema materialista” voluntaria o involuntariamente tiende a ignorar.

Y si buscamos la manera de contrarrestarlo, la forma es sin duda el conocimiento. Y si dentro del conocimiento apuntamos a las artes y disciplinas de la cultura que enriquecen el yo interior, tendremos gran parte del camino ganado.

Lo que hoy nos convoca es una de las más valiosas herramientas que disponemos para recorrer ese camino: me refiero a los talleres.

Esta técnica de enseñanza fue valiosa ya desde la antigüedad. Es anterior a todo otro método de transmisión de conocimiento.

Pero si restringiésemos la función del taller exclusivamente al aprendizaje y practica de una disciplina, dejaríamos olvidados otros aspectos tan valiosos como la integración a un grupo de trabajo, sin condicionamientos sociales ni económicos, la práctica del compañerismo y solidaridad y aún si el destino es generoso, ganar una amistad.

La música, el canto, la literatura, la danza y expresión corporal, el telar, los instrumentos autóctonos, el teatro, el cine, son todas las disciplinas únicas para reconstruir el ser humano integral.

Por esa sencilla razón me interesa vincular la función de los talleres con la tradición cultural que históricamente acompaño a  Ituzaingó.

Y  por encima de los tiempos políticos que están acotados por leyes estrictas que rigen su ejército en el tiempo, las tradiciones no tienen limitaciones en su permanencia cuando quienes la sostienen se convierten en  sus custodios.

Brevemente me referiré a la actividad cultural en Ituzaingó en épocas anteriores. Como toda síntesis antológica tendrá lamentables omisiones solo condicionadas por la extensión del texto.

El folclore hace más de 60 años tuvo cursos en nuestra ciudad, recordamos a Alba Quiroga en “Silbando Mi Zamba” y otras peñas como “El Recao” y “La Criollita”.

También más de medio siglo de existencia tiene el Coro Lorenzo Perossi, organizado por el maestro César Traversa y posteriormente engalanado por Jorge Fernández Cevallos.

El teatro y el cine tuvieron representantes radicados entre nosotros. Así pasaron Enrique de Rosas, Ricardo Passano padre e hijo  y el inolvidable Mario, Julio Renato, etc. Varios grupos independientes desde la década del 30 ya mostraban su trabajo local. Así el Centro Cultural y el club G.E.I. fueron sedes de elencos vocacionales. Recordemos los dirigidos por Montenegro Butti.

Héctor Pedro Blomberg, aquel de la Pulpera de Santa Lucía, vivió su infancia en Ituzaingó y jamás lo olvidó. La literatura en variadas especialidades contó entre otros con el prestigio de Máximo Aguirre, Martinelli Massa, Coronato Paz, Rafael Alberti, Celestino Jorge Lebrón, Fernando Amieva, Lirio Fernández sin duda el novelista más notorio.

La historia con Fermín Arenas Luque y el profesor Juan Carlos Moreno paseó por nuestro pueblo.

La educación lució en Gerardo Ansalone,  Jorge Thevenin, Abel Carcagno, Hortensia Sánchez, Nélida Devos.

Uno de los indigenistas más prestigiosos del país, la señora Ana Biró de Stern fue nuestra vecina.

La pintura con maestros como Pompeo Boggio, Carpanelli, Parodi, Semino, Pederiva, Gelpi. La escultura con Supervielle, Narbondo o  Pedreira.

El dibujo con Montero Lacasa y el grabado con Julián González y Mauricio Castillo.

Algunos de los nombrados integraron aquella inolvidable Paleta Decimal, anfitriona de grandes artistas argentinos. El destacado crítico de arte Leonardo Estarico vivió en Villa Ariza.

La escenografía y la pintura tuvieron en Germen Gelpi una prominente figura. Recordamos en la danza clásica a Jeannette Martini y Carmen Renato Santagata ambas primeras bailarinas del Teatro colón.

El lenguaje gramatical con Jorge Guasch Leguizamón y Raúl Lagomarsino.

Don José Sgambado nos representó en artesanía criolla como soguero y tronzador.

Un musicólogo de relevante nivel lo tuvimos en el profesor Vicente Forte. En honor a la brevedad omitió pero no olvido los muy conocidos nombres de  nuestros queridos artistas y compositores de tango y folclore. Por idéntica razón no recreamos los artistas y representantes de la cultura que felizmente aun están entre nosotros. El periodismo tuvo publicaciones con fuerte inserción en la cultura como “Aupi en la noticia”, “Ciudadano” y en especial “El Chasqui”, dirigido por Celestino Lebrón. (1)

Entre las instituciones actuales no queremos dejar de mencionar al Centro Cultural y Biblioteca Bernardino Rivadavia, institución nacida en 1932 con objetivos precisos en educación y cultura que por épocas se cumplieron holgadamente.

La Peña Cultural Y Social “Los Amigos”, Casa de Cultura su excelente revista Sofos, la Asociación Ricardo Guiraldes  y aquella  primigenia Unión Vecinal que con la conducción del ingeniero Quartino y el señor Alberto Rovero dio el primer paso en cultura.

Como no dejar sentado la actividad que despliegan los Centros de Jubilados y Sociedades de Fomento. Descollante tarea cumple el Museo Clarisse Coulombié de Goyaud que dirige Rolando Goyaud.

El club G.E.I. tuvo destacadas subcomisiones de cultura que congregaron importantes eventos.

Y hoy merced al trabajo conjunto de cultura de nuestro municipio y la comunidad estamos en condiciones de continuar aquellas inquietudes que hicieron de Ituzaingó un pueblo cultural.

Por todo esto estamos aquí, para contarles que estamos totalmente consustanciados con la tarea que desarrollan los talleres.

Municipio y comunidad con inquietud artística, artesanal y cultural, en unión sólida y participativa, acrecentada y jerarquizada, la función de unos y otros. Cada cual aportando lo suyo y recreando la importante función de arte y el conocimiento.

Felicito a los maestros, artesanos y profesores que dirigen los cursos y muy especialmente a los alumnos integrantes de los talleres, que son el reaseguro para que esta hermosa tradición artística –cultural no se  pierda. (2)

 

                                                                                               Dr. ALBERTO LUIS GUERCIO

 

 

 

NOTAS:

1)- La  Historia estuvo contenida en dos museos, uno el Sanmartiniano del Sr. José Miquel y el de historia local creado y dirigido por el Sr. Rolando Goyavel. El periodista Agustín Cammerucci publico un interesante libro de historia local. En el mismo sentido el profesor Ricardo Castillo y el artista Danilo Bambú publicaron interesantes fascículos de historia de Ituzaingó. En la actualidad el Centro Cultural Ituzaingó, el Edificio Emilio Carpanelli y el Museo Histórico Municipal entre otros sitios aportan valiosamente a la cultura.

 

2)-en síntesis un pueblo con sentida afinidad por la cultura en general. Que podamos mantenerla dependerá solo de nosotros y quienes en sus manos tengan las herramientas para hacerlo.